La fotografía de familia… Siempre lo digo, porque es verdad y así lo vivo y lo siento, me quedo en la familia. Y me encanta ver crecer una barriga para, años más tarde, estar fotografiando a una niña que ya se ha hecho mayor. Me encanta fabricar recuerdos con todos vuestros momentos importantes. Al decir importantes, hablo de aquellos instantes que tengan un especial significado para vosotros. Porque los tiempos han cambiado, porque afortunadamente no hay que seguir normas y podemos dibujar los días a nuestra manera. Pero lo que sin duda se mantienen son las ganas de recordar todo lo vivido con esa familia, con los amigos, que viene a ser lo mismo que decir, ganas de recordar para siempre lo vivido con vuestra gente.

Gente, me encanta estar rodeada de gente. Supongo que la fotografía de familia es eso, rodearse de gente y buscarla. Si buscarla, encontrar ese gesto que solo tiene la abuela, o la manera en la que tomas en brazos a tu hijo, la mirada de un padre, un guiño que solo veo yo, vuestra forma de vivir, los rincones de un rostro, con su risa y sus marcas, sus arrugas y sus recuerdos. Todo eso yo lo busco, porque lo quiero para mi cámara. Quiero fotografías de familia que cuenten vuestra historia personal y la de nadie más. Escapo de las fotografías en serie, sin alma, desnudas de sentimiento. Porque quiero sentirme muy satisfecha, incluso orgullosa de cada uno de mis trabajos, porque cada uno de vosotros tenéis mucho que contar y ha de ser escuchado con respeto, con cariño y alegría. Quiero eso, lo quiero todo, para vosotros, para vosotras.

Me da lo mismo el tipo de familia que hayáis elegido para vivir la vida de la mejor manera posible. Porque yo misma he escogido la mía. Y eso me ha enriquecido, me ha otorgado perspectivas muy amplias. Una cámara no solo debe crecer en objetivos, tiene que crecer en verdades. Familias de verdad, fotografías de familias reales, sin importar ni cómo ni de dónde, porque lo esencial está dentro de cada casa y de cada persona, y es lo que quiero atrapar. Porque estoy segura de que esos momentos, esos gestos, esos sentimientos, son los recuerdo que quieres conservar, porque son tu vida, son vuestra vida.

No importa el momento, importa el sentimiento. Tu embarazo, la vida abriéndose camino a través de tu cuerpo, dibujando nuevas curvas, dibujando belleza en estado puro. Son fotografías únicas, en las que tienes que sentirte libre, cómoda, divertida, feliz. Como lo serás cuando ese pequeño llegue, y me llamarás para contarme que hay que apurar, hay que hacer las fotografías antes de que deje de ser bebé, porque crecen a pasos agigantados, porque quieres conservarlo así, en tu regazo, como un gran regalo. La palabra familia ha tomado un nuevo sentido. Las fotografías de familia son igual, crecen con vosotros, crecen contigo. Y cuando toque volver a celebrar, lo que toque, una Comunión, un cumpleaños diferente, una graduación, una sonrisa, un abrazo fuerte. Cuando toque construir instantes, yo estaré allí fabricando vuestros recuerdos. La fotografía de familia es sencillamente eso, la fotografía de vuestra vida, una vida en la que estaré encantada de quedarme.